miércoles, 12 de marzo de 2014

No perder la concentración

Durante este último mes, no sólo he estado concentrada en mi segunda novela, repasando lo escrito y retomando la historia para continuar de forma coherente, sino que ciertos aspectos de mi vida han tomado un giro repentino. Adaptarse a estos cambios en la vida real se plantea más difícil que en mis novelas, y genera bastante incertidumbre.
Mientras en el día a día suelo pensar todos los pros y los contras antes de tomar una decisión, en las novelas veo todo mucho más claro sin necesidad de tanto análisis. Sería interesante tener la misma capacidad de reacción y adaptación que los personajes de mis historias.
Curiosamente, al igual que en mi primera novela, la improvisación forma parte del desarrollo, y todavía no estoy segura de cómo terminará.
Es más, creo que disfruto más al no conocer el final ya que ello me permite tener flexibilidad a la hora de contar la historia para modificarla según mi estado de ánimo y los que ocurre a mi alrededor.

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