sábado, 14 de octubre de 2017

La importancia de las revisiones


Después de múltiples revisiones todavía sigo encontrando algunos fallos en los capítulos terminados de mi última novela, y no tengo mis dudas sobre si algún día estaré completamente satisfecha con el texto. Ya no sólo se trata de corregir errores ortográficos y de sintaxis, sino también de reescribir párrafos que ahora no veo claros o incluso de corregir algunas partes de la línea argumental.


Aunque muy necesaria, estoy segura de que todos consideramos esta etapa la más aburrida y tediosa, además de tener un inconveniente obvio: si todas las revisiones son efectuadas por la misma persona, se puede seguir pasando por alto ciertos errores que nuestra mente no consigue ver, por lo que dependes de algún conocido que se muestre dispuesto a ayudar. ¿A quién no le ha pasado que después de leer una y otra vez un capítulo se lo prestas a un amigo y te marca un par de faltas de escritura?

Y no es dejadez ni nada por el estilo, sino que leer lo mismo varias veces no te asegura darte cuenta de los detalles, por ejemplo, confundir coloreaba con coloreada (ambas palabras de grafía muy parecida y aceptadas por nuestro diccionario por lo que no serán resaltadas por el corrector ortográfico del editor de textos). Es más, probablemente al haberlo leído varias veces, es más difícil que detectemos los fallos. Resulta mucho más efectivo que lo lean distintas personas; Cuatro ojos ven más que dos . Así que, como viene confirmado por todos los consejos sobre revisiones que he leído, este sería uno de los principales: dejar que lo lea otra persona .

Otro consejo que yo considero fundamental es dejar pasar un tiempo entre una revisión y otra para que el cerebro se reinicie y no tenga tan fresca la última lectura, es decir, no la recuerde con claridad y se obligue a prestar más atención para captar todos los detalles.

El tercer consejo importante a la hora de efectuar las revisiones es muy sencillo: sin prisas. Me refiero a prepararse a dedicarle tiempo, leer despacio, a ser posible dos veces cada párrafo. La primera revisión puede ser lenta y del tirón para ver la línea argumental, equivocaciones en los nombres (problema que he visto en varias novelas y confunden al lector), continuidad del enfoque... pero las posteriores deben realizarse todavía más lentas, fijándose en el detalle y releyendo párrafos.

Si sigues estos tres consejos, conseguirás unas revisiones más productivas y totalmente efectivas, evitando los comentarios vistos muy a menudo en relación a libros auto editados en las diferentes webs de libros aludiendo la cantidad de faltas de ortografía de las novelas. ¡Merece la pena!



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