No hay nada más desesperante que intentar crear algo cuando tu mente parece no responder. ¿Os ha pasado alguna vez? Cuando escribí mi primera no tuve ese problema; las palabras fluían sin parar. Pero con la segunda... Ahora sé qué hacer para evitarlo o, por lo menos, acortarlo.
A principios de semana he pasado unos días en blanco en los cuales me he propuesto seguir mi rutina de escritura pero, por distintos motivos, me sentaba delante del ordenador y no era capaz de escribir o solo escribía un párrafo que borraba después poco satisfecha con el resultado. Después de varias experiencias de este tipo a lo largo de los años he podido volver a escribir con fluidez aplicando las siguientes ideas:
1. Salir
No es necesario salir hasta altas horas de la noche sino pasar tiempo fuera de casa, dejando que distintos estímulos externos aviven tu imaginación. Sonidos e imágenes del entorno pueden provocar la activación del cerebro, desbloqueando esa escena de tu novela que no te deja continuar.
2. Escribir a saltos
Si dispones de una estructura de tu novelas por capítulos a lo mejor el bloqueo se centra en un capítulo o escena concreta que no sabes cómo desarrollar pero puedes seguir con capítulos posteriores para volver a atrás después. La escritura de los capítulos posteriores puede aportarte ideas para solucionar la escena problemática. Sería la misma técnica que se usa en los exámenes cuando una pregunta no la sabes, pasas a las siguientes rellenando primero aquellas cuya respuesta no te genera dudas y vuelves después a las que no has rellenado.
3. No obligarte a permanecer delante de la hoja blanca
Nunca deberías pasar más de 5 minutos en el punto de la narración en el cual te has bloqueado. En cuanto veas que sigues si poder continuar debes aplicar alguno de los dos puntos sugeridos con anterioridad.
No dudes en probar estos 3 puntos si se bloquea tu proceso creativo
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